Páginas

sábado, 26 de enero de 2013

CAPÍTULO 15: COMPROBANDO MIS SOSPECHAS…


         Salí del hospital después de haberme despedido de mis padres y de haberles prometido que volvería a ir al día siguiente. El aire golpeando mi cara con suavidad me sirvió para despejarme un poco y, sobre todo, para tener más claras mis ideas. Mientras pensaba en cómo lograría descubrir qué era lo que contenía la nota vi a Nick acercándose a mí lentamente a la vez que en su cara aparecía una de esas sonrisas que tanto me gustaban y que tanto me reconfortaban.
-¿Qué tal ha ido?-Me preguntó después de haberme dado un beso como saludo.
-Pues la verdad es que mejor de lo que esperaba. Pero ahora creo que necesito desconectar un poco de esta situación. ¿Podríamos ir al hotel? Tengo muchísimas ganas de hablar con Bella, sinceramente, creo que nunca hemos estado tanto tiempo separadas.
-Sí, por supuesto que podemos ir al hotel. Llamaré a un taxi, espera aquí.
-Vale, pero antes de que te vayas a llamar a ese taxi, ¿me podrías responder a una pregunta?
-Sí, por supuesto.
-¿Cómo se supone que vas a llamar a un taxi si no sabes hablar español?-Le pregunté mientras intentaba no reírme de él en su cara.
-Cierto.-Dijo pensativo-Creo que será mejor que esa tarea te la deje a ti.-Terminó de decir mientras se reía a carcajadas.
         Mientras esperábamos a que llegase el taxi le conté con todo detalle cómo había ido mi visita, aunque opté por no contarle lo de la misteriosa nota.
         Cuando llegamos a nuestra habitación Nick dijo que iba a bajar a la cafetería donde habíamos desayunado esa misma mañana a tomar algo de comer. Yo le dije que en 15 minutos estaría allí, que quería hablar un rato con Bella para así compartir con ella mis sentimientos y emociones.
         Dos minutos después de que Nick se fuera por la puerta cogí la nota que había encontrado en el misterioso ramo de flores en la habitación de mi hermana y la observé pensativa durante un par de minutos. Después de hacer memoria recordé cómo Bianca y yo jugábamos de pequeñas a ser detectives y cómo, con ayuda de un limón, conseguíamos hacer una especie de tinta invisible. Junto con este recuerdo se me vino otro a la cabeza: cómo hacer para leer esos mensajes secretos.
         Rápidamente me dirigí a la cama dónde había dejado mi bolso, cogí un mechero y, con mucho cuidado, coloqué la llama de fuego que salía de éste debajo de la nota. Al cabo de unos segundos observé cómo se podían apreciar unas líneas en la hoja, así que cogí un lápiz que estaba en un bolsillo de mi abrigo y empecé a pintar toda la hoja. Cuando estuvo toda la hoja cubierta de lápiz comprobé que había quedado la silueta de unas letras. Eché todo el aire que tenían mis pulmones y comencé a leer lo que ponía la nota:
Plaza de Jacinto Benavente nº 2
San Lorenzo de El Escorial
        28200 Madrid
        Después de leer el contenido de la nota cogí el teléfono y llamé a Nick. Le dije que necesitaba dar una vuelta para que todos los sentimientos y emociones vividos esa misma mañana se asentasen. Luego llamé a Bella y le conté todo lo que me había pasado desde que nos habíamos separado hacía tan sólo unos días después de haber tomado un café en la cafetería del señor Tom, en Nueva York. Le conté cómo me sentía, mis pensamientos, mis inquietudes, en fin, se lo conté absolutamente todo sin que faltase ni un solo detalle. También le dije lo que iba a hacer en  cuanto terminase de hablar con ella por teléfono, me rogó que no lo hiciera porque decía que no quería perderme. Yo le dije que no pasaría nada que no se preocupase. Después de lograr tranquilizarla asegurándole que la llamaría si pasaba algo y de que la mantendría informada, metí en mi bolso todo lo que pudiese necesitar y salí de la habitación con un único pensamiento en mi cabeza: tenía que descubrir toda la verdad.

viernes, 25 de enero de 2013

CAPÍTULO 14, ALGO NO CUADRA…

         Estaba ensimismada mirando por la ventana el pequeño jardín situado en la parte de atrás de la habitación de mi hermana cuando alguien abrió la puerta de la habitación. Yo sabía perfectamente quién era por lo que opté por no darme la vuelta y hacer como si no hubiese escuchado ningún ruido. Noté cómo se acercaba a mí sigilosamente con el propósito de darme un pequeño susto y, pese a que casi no podía aguantarme las ganas de empezar a reír a carcajadas, continué con el pequeño juego. Unos segundos después noté cómo se acercaba a mi oreja derecha y, delicadamente, susurró unas palabras con las que consiguió hacerme en ese momento la persona más feliz del mundo.
-¿Qué tal está mi niñita mayor?
-La verdad es que creo que mejor de lo que había imaginado.-Le contesté a la vez que me daba la vuelta.- Te he echado mucho de menos, papá.-Dije mientras le daba dos besos.- Pero creo que soy yo la que debería preguntaros qué tal estáis después de todo lo que ha pasado en estos días.
-Pues si te soy sincero creo que hemos afrontado la situación bastante bien, dentro de lo que cabe ya que es casi imposible aceptar que alguien de tu familia esté pasando por un momento tan delicado y tú no puedas hacer nada para ayudarle.-Me contestó tratando de no derramar más lágrimas.
-Todo se va a arreglar, tarde o temprano, pero todo volverá a la normalidad.-Dije tratando de consolarle con las palabras más bonitas que encontré
-Lo sé, o por lo menos tengo la esperanza de que así sea. Bueno a parte de venir a saludarte también quería decirte que dentro de poco te tendrás que ir a casa porque no permiten que las visitas se queden durante la hora de comer, salvo, claro está, que te quedes en la cafetería.
-Ah, sí, no te preocupes que ya me voy, pero antes de volver al hotel, ¿me dejarías despedirme de ella a solas?-Dije en un tono de súplica muy parecido al que ponía cuando de pequeña quería que mis padres me comprasen algo.
-Por supuesto, te veo en cinco minutos en la cafetería. Te quiero.-Dijo mientras me daba un beso de despedida.
-Y yo a ti.-Dije a la vez que correspondía a su beso.
         Cuando oí cómo los pasos de mi padre se alejaban por el pasillo en dirección a la cafetería, me volví a sentar en la silla que estaba al lado de la cama de mi hermana. Empecé a mirarla de nuevo, como si temiese no poder acordarme de cada uno de sus rasgos. Mientras lo hacía, se oyó un ruido muy parecido al de cuando una hoja de papel se cae de una mesa al suelo. Como respuesta a este estímulo mis ojos se clavaron en uno de los ramos de flores que estaba en la mesita de noche de la habitación, no sé cómo ni por qué pero mi mirada se quedó clavada en un punto de ese ramo, concretamente en una hoja. Me levanté bruscamente de la silla y, rápidamente, me dirigí hacia la mesita con la sensación de que había algo en ese ramo, en esa hoja, que no terminaba de encajar. Cuando tuve el ramo en mis manos miré la hoja que segundos antes había conseguido cautivarme de tal forma que no podía despegar los ojos de ella. Me fijé en que había algo escrito en ella en una letra muy pequeña:

Parezco invisible pero no lo soy.

En ese momento me quedé pensativa tratando de averiguar quién podría haber escrito eso y a qué o quién se refería. Luego reaccioné y empecé a buscar todos los pequeños sobres en cuyo interior había mensajes de ánimo para mi familia y Bianca. Mis padres no habían sido capaces de abrir ninguno pero a mí no me importaba, yo no quería leer los mensajes, tan sólo quería encontrar uno que fuese o que por lo menos pareciese especial. Cuando ya me iba a rendir abrí el sobre correcto .Cogí mi bolso y mi abrigo, le di un beso a mi hermana en la frente y con un corto “te quiero” salí de la habitación .Mientras caminaba por los pasillos del hospital con paso firme en dirección hacia la cafetería que se encontraba en el mismo edificio abrí con un hábil movimiento de mi mano el sobre que había cogido en la habitación y eché una ojeada a lo que había en su interior. Me encontré lo que esperaba: Una  nota en la que no había absolutamente nada escrito o, por lo menos, eso era lo que parecía.

POSDATA: Siento no haber podido colgar muchos capítulos esta semana pero es que he tenido que estudiar un examen dificilísimo, pero aquí tenéis el nuevo capítulo, espero que os encante!!! Un besazo enorme a tod@s!!!!!

miércoles, 23 de enero de 2013

CAPÍTULO 13, EN LA HABITACIÓN…

         Mi madre me dejó a solas con mi hermana con la disculpa de que necesitaba tomar el aire, aunque yo sabía perfectamente que no era por eso, sino porque quería dejarme sola con ella, sabía que no me gusta llorar delante de la gente y menos aún de la gente a la que más quiero porque no me gusta que me vean sufrir. Cuando oí cómo sus pasos se alejaban de la habitación por el pasillo me senté en la silla que estaba situada al lado de la cama donde estaba situada mi hermana y, en la que supuse, había estado sentada mi madre hacía unos minutos.
Al principio no reaccioné tan sólo me dediqué a mirar sus ojos que estaban cerrados pero que si estuviesen abiertos serían de color verde, como los de mi madre, luego su pelo de color castaño claro, inmediatamente después mis ojos se detuvieron en sus labios que aparentemente parecían estar curvados en una de esas sonrisas traviesas que solía poner cuando quería hablar conmigo de cualquier tema del cual no se atrevía a hablar con mi madre o mi padre; pensé que con ella me decía que todo estaba bien aunque para respirar necesitase la ayuda de una máquina y, sobre todo, parecía decir que me había perdonado, que me quería por encima de todo y que lo seguiría haciendo como cuando todo estaba bien entre nosotras, antes de que me fuera.
En ese momento se me vinieron a la cabeza todos los buenos momentos que habíamos vivido juntas desde el primer día que la vi, en brazos de mi madre, cuando yo solamente contaba con un añito de edad y, según mis padres, me la enseñaron y me dijeron: “Ésta es tu hermanita y lo será siempre así que trátala bien, con cariño y amor que ella hará lo mismo contigo. Pero sobre todo tendrás que estar con ella en los buenos y malos momentos. Para siempre.”Pese a no entender muy bien qué era lo que querían decir mis padres con aquellas palabras le di un besito en su mejilla izquierda y ella, como respuesta, se limitó a regalarme su primera sonrisa. Después recordé una vez en la que estábamos en la acera una al lado de la otra y ella, no sé muy bien por qué, salió corriendo hacia la acera de enfrente sin haber mirado a izquierda o derecha antes. Lo recuerdo todo a cámara lenta: Mi hermana corriendo con una sonrisa en la boca mientras, sin darse cuenta, hacia ella se dirigía un coche a gran velocidad, pero de repente alguien que estaba a mi lado se dirigió corriendo hacia ella y, primero cogiéndola por la muñeca y luego tirando de ella hacia la acera de nuevo, consiguió salvarla. Fue en ese momento cuando me di cuenta del significado de las palabras que me habían dicho mis padres cuando yo contaba con apenas un añito de edad: Debía protegerla de todo y todos.
Fue así cómo me convertí en su segunda madre, no quería que nada le pasase, creo que  fue una responsabilidad demasiado grande para una niña de tan sólo 13 años de edad. Justamente unos segundos después de que el “misterioso extraño” rescatase a mi hermana, los ojos de él se cruzaron con los de  ella mientras la sujetaba y trataba de calmarla debido al susto que tenía en el cuerpo e, inmediatamente después cuando Sergio, que así se llamaba, me miró directamente a los ojos logró que mi corazón fuese a mil por hora.
Bianca tenía solamente 12 años y yo 13, pero aún así las dos logramos enamorarnos del mismo chico aunque, claro, él sólo se decidió por una. Así fue como empezaron nuestros problemas, sin darnos cuenta, porque fue dos años y medio después cuando el destino de Bianca, el de Sergio y el mío volvieron a cruzarse en el mismo camino.
En ese momento algo me alejó de mis pensamientos: una lágrima resbaló por mi mejilla y, justo en ese instante, comencé a llorar por todos los malos momentos vividos, todos los malos recuerdos que se agolpaban en mi cabeza pero sobre todo por la situación que estaba viviendo mi hermana, mi pequeña, y por ver cómo se me escapaba de las manos sin poder hacer algo para ayudarla.


domingo, 20 de enero de 2013

CAPÍTULO 12, LÁGRIMAS…


         Al principio pensé que estaba soñando debido a lo enormemente iluminada que estaba  la habitación pese al día oscuro que era,  pero luego me di cuenta  que había un ventanal enorme que daba a una especie de jardín lleno de pequeñas flores de distintos colores. Cuando la luminosidad de la habitación dejó de interesarme empecé a observar atentamente toda la habitación fijándome en cada detalle de la misma: Primero mis ojos se detuvieron en una mesita llena de flores de distintos colores en las que en cada macetita había un pequeño sobrecito en cuyo interior supuse habría toda clase de notas de ánimos hacia toda mi familia; después mis ojos se detuvieron en la única cama que había en la habitación que estaba siendo ocupada por ella, lentamente recorrí con mi mirada cada parte de su cuerpo que no estaba debajo de las sábanas y, por lo tanto, podía ser vista con sólo echar un vistazo, desde sus delicadas y preciosas manos hasta la parte que más me impresionó: su cara. Sus ojos estaban cerrados y tenía unos tubos situados justo debajo de la nariz que la conectaban a una especie de máquina gracias a la cual podía lograr respirar. Aunque parezca extraño eso no fue lo que más me impactó, ya que mis ojos siguieron recorriendo la habitación hasta llegar a ella, mi madre. Había envejecido mucho desde la última vez que la había visto hacía unos  meses, su expresión era la de una persona que lleva días sin dormir y que no puede ocultar su cansancio.
Me estaba mirando con sus preciosos ojos verdes a los cuales les faltaba ese brillo que los caracterizaba, pero aún así seguían siendo lo suficientemente expresivos como para saber lo que estaba tratando de decirme con la mirada, sin necesidad de palabras. Poco a poco me acerqué a ella y, cuando no quedaban nada más que unos pocos centímetros de distancia entre nuestros cuerpos, nos abrazamos con fuerza. No lloré, no podía  hacerlo ya que mi madre necesitaba a una persona fuerte a su lado o por lo menos con más fuerzas de las que disponía ella en ese momento para así poder tomar las riendas de la situación.
         Después del efusivo abrazo que mantuve con mi madre empecé a pensar en cómo habíamos llegado a esa situación y entonces me di cuenta de que lo mejor sería que me enfrentase a la realidad que me rodeaba lo antes posible. Fue entonces cuando la miré tratando de que despertase y me dijese que todo había sido una broma de mal gusto o que mi despertador sonase y todo hubiese sido una horrible pesadilla, pero no fue así, porque al fin y al cabo los milagros no existen y sabía que posiblemente jamás volvería a ser la misma, pero  sobre todo que para lograr averiguar qué fue lo que pasó en realidad tendría que tener algo muy claro: Bianca, mi hermana, estaba en coma y tendría que hacer todo lo que estuviese en mi mano para ayudarla ya que posiblemente no todo hubiese sido por culpa del destino sino de un secreto que tarde o temprano lograría descubrir la luz.
POSDATA: Esta semana, no creo que pueda subir mucho porque tengo exámenes, trabajos, tareas..., pero no os preocupéis que habrá más y mejor, no se os olvide comentar!!!! Bikosss



jueves, 17 de enero de 2013

CAPÍTULO 11, ¿PREPARADA?



         Estaba ensimismada mirando las notitas cuando una musiquita logró sacarme de mis pensamientos, procedía de mi móvil, concretamente era la música que sonaba cuando recibía un mensaje. Me dirigí rápidamente a la mesa en la cual estaba situado mi bolso, cogí el móvil y comencé a leer el mensaje. Era de Nick y decía que fuese a una cafetería situada en la calle Serrano. Inmediatamente después de leer el mensaje guardé las notas en mi bolso y me terminé de arreglar ya que con la emoción del leerlas no me había terminado de vestir y, menos aún, de maquillar.
         Salí de la habitación justo después de haberme puesto mis tacones favoritos, los primeros que tuve, mientras lo hacía recordé cómo los había conseguido.
Me los había regalado una de las personas más importantes en mi vida en el día de mi 18 cumpleaños. Me los había regalado Bianca, era casi mi alma gemela, nos llevamos un año de diferencia que casi no se notaba por lo bien que nos complementábamos y cómo nos queríamos. Nuestra relación era perfecta hasta que el destino quiso que eso cambiara. Nos habíamos hecho daño muchas veces, pero siempre nos habíamos reconciliado. Hasta ese momento. Nos hicimos tantas heridas que nunca llegamos a pedirnos perdón y, lo peor de todo, nuestras vidas se habían separado. Pero estaba segura de que ella me seguía queriendo y de que me había perdonado, al igual que yo a ella.
Estaba tan concentrada pensando en todas las cosas que tenía que resolver aprovechando mi estancia en Madrid, que no me di cuenta de que había llegado a la cafetería en la que había quedado con Nick para desayunar, hasta que una voz conocida consiguió que dejase a un lado todos mis pensamientos.
-¿Quién soy?- susurró Nick en mi oído.
-Eres la persona con la que comparto todos los momentos buenos y malos de mi vida y que por suerte sabe estar a mi lado cuando más lo necesito, ayudándome a tomar las decisiones más difíciles y, por supuesto, apoyándome en todo momento.-Le dije mientras me giraba y le regalaba una sonrisa llena de amor y ternura.-
-Dios, cuánto te quiero.- Dijo mientras con sus manos sujetaba mi cara con delicadeza.-Por eso me enamoré de ti.
-Yo también te quiero.-Dije mientras se acercaba lentamente hacia mis labios y me besaba con ternura.
         Llevaba casi un día entero sin comer, por lo que desayuné como nunca lo había hecho antes. Nick y yo hablamos de nada y a la vez de todo, de cosas sin importancia pero que abarcaban una gran variedad de temas, hasta que llegó el momento decisivo. Sabía que se había pasado la noche pensando en qué era lo que me debía decir ya que, aunque a ojos ajenos fuese una conversación normal, a los míos hablaba de forma casi antinatural, como si hubiese hecho un guión y luego lo hubiese estudiado palabra por palabra.
-¿Crees que estás preparada?,-dijo tragando saliva como si con ello lograse coger carrerilla y decirlo todo de un tirón-pienso que antes de entrar en ese hospital deberías pensar en ello. Es un momento duro, sí, seguramente el momento más duro al que te hayas tenido que enfrentar y seguramente el más difícil al que jamás te tendrás que enfrentar. Pero antes de responder a mi pregunta piensa sobre lo que te voy a decir a continuación porque creo que será lo mejor.  Creo que para decidir si estás o no preparada antes tendrías que pensar que éste va a ser un duro golpe para ti, ya que verla en ese estado no es nada agradable, sobre todo si se trata de un ser querido, pero ten siempre en cuenta que para asumirlo siempre, pase lo que pase, contarás con mi ayuda, cariño y comprensión.-Dijo soltando el poco aire que le quedaba en sus pulmones, aliviado.
-Sí, estoy preparada.-Dije después de pensar en toda la razón que tenían las palabras de Nick- Supongo que para estas cosas nadie nace preparado, sólo hay que aprender a mentalizarse y yo ya lo he hecho. Sé que lo que me encontraré en el hospital no será nada agradable, pero yo la quiero y siempre me he jurado a mí misma que estaría con ella en todos los momentos, no sólo en los buenos sino también en los malos. Por desgracia éste es el peor de todos con diferencia, pero lo único que puedo hacer es mirar hacia delante y seguir caminando, posiblemente me caeré muchas veces pero si consigo levantarme todas esas veces en las que no me queden fuerzas para volver a levantarme, lograré superar y afrontar todos los problemas que se me presenten y, sobre todo, pase lo que pase sólo daré un paso atrás para coger impulso.-Dije convencida de todas las palabras que acababa de soltar en mi emotivo discurso.
-Está bien, es tu decisión y estamos juntos en ella.-Dijo cogiéndome la mano.-Creo que ya es hora de irnos hacia el hospital.
-Está bien, voy a llamar a mis padres para decirles que vamos para allá.-Dije a la vez que me levantaba, cogía mi bolso, le daba un fugaz beso a Nick en los labios y me dirigía a la puerta.
         La conversación con mis padres fue bastante breve. Sólo les dije lo imprescindible: que habíamos llegado a Madrid de madrugada y que en cuestión de media hora pasaríamos por el hospital. Mientras hablaba con ellos me fijé en que Nick también estaba hablando por teléfono y parecía alterado, en ese momento no le di mayor importancia pero con el paso de las horas fui notando que estaba nervioso y raro. Cuando colgué, Nick estaba saliendo de la cafetería en la cual habíamos desayunado. Mientras comenzábamos a caminar hacia una parada e taxi saqué a Berry de mi bolso para que estirase un poco sus pequeñas patitas.
         Abrí los ojos con el frenazo. Estaba metida en un coche, concretamente en el taxi que nos había llevado hasta el hospital. Miré por la ventanilla y vi que el cielo se había puesto de un color grisáceo, como si estuviera a punto de llover. Ordené todos mis pensamientos, resoplé como si quisiera coger fuerzas para todo lo que me deparaba el destino y abrí la puerta del coche. Con paso seguro me dirigí a la puerta del hospital,  me detuve un momento para preguntarme a mí misma si estaba haciendo lo correcto y llegué a la conclusión de que era lo mejor que podía hacer. Me despedí de Nick y de Berry, que se quedaron fuera, y entré en el edificio. Me dirigí hacia recepción y le pregunté a la mujer que me atendió en qué habitación estaba ella, muy amable me contestó que en la número 94. Después de internarme en los pasillos del hospital durante un rato que se me hizo eterno, allí estaba, la puerta de la habitación número 94. Estaba en frente de ella, solté todo el aire que tenía en mis pulmones con un resoplido y, finalmente, agarré el pomo con decisión para abrir la puerta sin saber qué era lo que me encontraría al traspasarla y menos aún si sería capaz de superarlo algún día.




martes, 15 de enero de 2013

CAPÍTULO 10, UNA VISITA INESPERADA PARTE II


         Abrí el sobre muy despacio, como si quisiese disfrutar al máximo de la sensación que me provocaba saber el mensaje que contenía, pero cuando estaba a punto de abrir la pequeña nota que había encontrado en su interior, alguien llamó a la puerta.
-¿Sí?,-pregunté intentando disimular mi tono de voz agitado debido a la tensión que me provocaba que Nick me descubriera- ¿quién es?- pregunté a la vez que me  levantaba y me dirigía hacia el libro para guardar el sobre en la misma página. Al no obtener respuesta fui rápidamente a abrir la puerta para ver quién había llamado a la puerta, pero al abrirla no vi a nadie. Miré a derecha y a izquierda pero seguía sin ver a nadie y esperé en silencio para tratar de escuchar algo, pero no se escuchaba nada. Sin saber muy bien cómo, mi mirada acabó en el suelo y fue en ese momento cuando me di cuenta de que había una rosa en el suelo. La cogí lentamente y a la vez que la olía una sonrisa se dibujó en mis labios, pero no fue debido a su maravilloso aroma, sino a que me di cuenta de que había una nota atada en el tallo de la flor.
         Después de comprobar durante un rato que no venía nadie, entré en mi habitación, cogí el sobre que había guardado minutos atrás en la página 68 del libro y comencé a leer la nota que había en su interior. Conocía perfectamente esa caligrafía y, por supuesto, a la persona que la poseía. Se puede decir que ambas cosas habían logrado enamorarme hacía exactamente 3 años. Se me vinieron todos sus recuerdos a la memoria los buenos y los malos, aunque la mayoría eran simplemente perfectos, los aparté de mi cabeza y me centré en lo que ponía la nota
.
“Te espero en el mismo sitio de siempre a la misma hora de siempre.”

         Inmediatamente después, casi de forma automática me dirigí a la mesa donde había dejado la rosa cuando había entrado en la habitación, y con una delicadeza infinita desaté el lazo que mantenía fuertemente unida la nota y la bellísima flor que me había regalado. Al leerla me sentí definitivamente convencida de que esa noche iba a ir a la cita que me había pedido. Porque no era otra cosa, era una cita con él o por lo menos eso era lo que daba a entender esta última nota.

¿Te atreves a jugar?


CAPÍTULO 9, UNA VISITA INESPERADA PARTE I


         Abrí lentamente los ojos. Al principio veía todo de forma borrosa hasta que mis ojos consiguieron adaptarse a la luz que entraba por la habitación, consiguiendo así ver todo con claridad. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba sola en la habitación y de que aún eran las 8 de la mañana. Mentalmente decidí qué debía hacer. Después de un rato pensando opté por arreglarme, intentar localizar a Nick para ir a desayunar juntos y, por último, ir al hospital. Aunque esta última idea me aterrase tenía que hacerlo y, así, lograr enfrentarme a mis peores miedos.
         Cuando conseguí despejarme, me levanté, me lavé la cara y me di un baño que consiguió hacer que me relajase después de pasar unos días en completa tensión. Cuando salí del baño para mirar la hora me di cuenta de que alguien había entrado en la habitación ya que la ventana estaba abierta. Al principio pensé que un trabajador del hotel habría entrado en la habitación y al oírme en el baño había optado por volver más tarde, pero en ese momento me fijé en que había un libro encima de mi mesita de noche. Un libro que no era mío pero que, sin embargo, sabía muy bien cuál era y, lo peor de todo, a quién pertenecía.
         Lentamente, como si tuviese el temor de que alguien me estaba vigilando, me acerqué al libro y pensé en un número. El 68. Sabía que ese libro estaba ahí por una razón, y esa razón no era para que me lo leyese, sino más bien para que lo abriera y mirase en su interior. Después de buscar la página exacta, encontré un sobre blanco y pequeño, del tamaño de la palma de mi mano. Lo cogí lentamente y mientras lo hacía me fijé en la página en la cual lo había encontrado, la 68, y sin poder evitarlo sonreí.


POSDATA: Como mañana no podré subir capítulo os subo hoy la segunda parte de éste y así no os dejo con tanta intriga ;)

domingo, 13 de enero de 2013

CAPÍTULO 8, LLEGADA…




         Llegamos a Madrid cerca de la hora calculada, en concreto casi a las 03:00 de la mañana. Recogimos nuestro equipaje y cogimos un taxi que nos llevó a un hotel situado en el centro de Madrid. El taxista, muy amable, nos ayudó a llevar nuestras maletas y el trasportín donde iba durmiendo Berry, nuestro perro, a la recepción del hotel donde un botones nos lo llevó todo a nuestra habitación.
         Una vez llegamos a la habitación, deshicimos el equipaje y salimos a darle el último paseo del día a nuestro pequeño compañero. Empecé a caminar sin saber muy bien a dónde me dirigía, notaba el aire en la cara y la respiración agitada de Nick cerca de mí, por lo que deduje que había tenido que correr para alcanzarme. Noté su mano apretando mi brazo derecho y cómo tiró de mí para que me girase sobre mí misma y le mirase, pero, como si fuese una niña pequeña que acababa de romper la mejor taza de porcelana de su madre y supiese que iba a recibir una buena regañina, evité mirarle a los ojos y clavé mi mirada en sus zapatos. Él se acercó a mí lentamente y con su mano izquierda sujetó mi mentón y, suavemente, lo levantó hasta que mis ojos quedaron a la altura de los suyos. Entonces con la voz  más dulce y cariñosa que he escuchado nunca me dijo: “Yo estaré aquí, a tu lado, pase lo que pase”, y acto seguido nuestros labios se fundieron en un beso que jamás olvidaré.



viernes, 11 de enero de 2013

CAPÍTULO 7, PREPARANDO TODO…


         Nos quedamos en silencio durante bastante tiempo. Ninguno de los dos sabía qué decir, pero nos miramos a los ojos y, como si de dos libros abiertos se tratasen, supimos qué debíamos hacer a continuación. Lo preparamos todo para irnos. Mientras Nick ultimaba su equipaje, cambié los billetes que había comprado la noche anterior por unos que saliesen ese mismo día para llegar lo antes posible a Madrid. Escogí un vuelo que salía a las 14:00 y que llegaría, por hora neoyorquina, a las 20:00, así que llegaríamos a las 02:00 de la mañana por hora española. Después de pensarlo durante un rato que se me hizo eterno, llegué a la conclusión de que sería mejor no decirles nada a mis padres para que así pudiesen descansar esa noche, ya que debido a los hechos ocurridos hacía tan sólo unas horas no habrían podido dormir en toda la noche.
         Aunque parezca increíble casi no hablé con Nick. No estaba enfadada con él, simplemente no me sentía con fuerzas para hablar de lo ocurrido. Él lo sabía y por lo tanto comprendía que yo necesitaba tiempo para asimilarlo y para que mi cabeza empezase a poner cada pensamiento en su sitio, pero estaba dispuesto a dejarme mi espacio, algo que fue crucial para que todo siguiese adelante y la verdad se hiciese un hueco entre toda la oscuridad provocada por las mentiras que rodeaban mi vida y, con gran esfuerzo, consiguiese salir a la luz.

jueves, 10 de enero de 2013

CAPÍTULO 6, GRAVE…


         Grave. Ése fue el diagnóstico del médico. Nada más. Ni siquiera sabía cuánto tiempo estaría así, si se iba a recuperar por completo, o peor aún, si viviría. De los tres ella era la que estaba peor. Supongo que si estuviese despierta se sentiría culpable por todo lo que había ocurrido tan sólo unas horas antes, por lo que en cierto modo era mejor así. Aunque no se enterase de nada, aunque estuviese dormida, en un sueño del que quizá nunca lograse despertar.
Mi cabeza empezó a reflexionar y en cuestión de unos segundos llegó a la conclusión de que nadie se merecía esto, y menos aún ella.
Nick también se quedó sin habla al leer el mensaje, empezó a balbucear como si quisiese decirme que no pasaría nada, que se recuperaría, pero no dijo nada. Era mejor así. Sabía perfectamente que nada ni nadie lograría consolarme, así que en cierto modo tomó la decisión acertada.
Lo peor de todo no fueron ni el accidente ni el mensaje. Lo peor llegó más tarde, porque los problemas tan sólo estaban empezando, aunque por decirlo de algún modo, ése había sido el momento cero, el momento que desencadenó todo. Ya que a partir de ahí, todos y cada uno de los secretos lograron ver la luz, y como si mi vida no fuese más que un simple rompecabezas que en un principio creía acabado, todas y cada una de las piezas se desmoronaron y la primera ocupó su lugar. Empezando así el puzle de mi vida.

Posdata: Sé que no es muy largo pero espero de todo corazón que os guste :)





Aviso importante!!!

Como el capítulo que acabo de subir (el 5) es bastante cortito, tengo una buenísima noticia: Hoy colgaré un capítulo más de lo habitual. Ésta es una forma de agradeceros a todos aquellos y aquellas que sois habituales de esta página y que cada vez que encienden el ordenador miran mi blog. Gracias por leer y por favor comentad!!!! ;). Bueno no me enrollo más y así subo el siguiente capítulo (el 6) ahora mismito. Besos a todos y gracias de nuevo!!!! :)

CAPÍTULO 5, ESO NO ME PODÍA ESTAR PASANDO…


         Eso no me podía estar pasando. Debía de estar en un sueño, sí, sólo podía ser eso. Un sueño terrible. Me pellizqué para despertarme, pero en vez de eso lo único que conseguí fue hacerme daño y darme cuenta de que eso era real. Demasiado real. No me di cuenta de lo que hacía ni de lo que decía. Debí de gritar porque Nick apareció unos momentos después.
-¡Miriam!, ¿qué te pasa?, ¿estás bien?-Le oí gritar alterado. Aunque estaba a mi lado su voz me parecía muy lejana, como si llegase del otro extremo de la casa.- ¡Miriam!, ¡contesta!- Yo no daba articulado ninguna palabra. Estaba en estado de shock. Con gran esfuerzo levanté la cabeza y le miré, y fue entonces, en ese preciso instante, cuando sucedió: Una lágrima resbaló por mi mejilla.


miércoles, 9 de enero de 2013

CAPÍTULO 4, TENGO QUE DECIRTE ALGO…


-Tengo que decirte algo.-Dije cuando nos dejamos de besar.- He comprado dos billetes de avión para ir a Madrid, creo que necesito ver a mi familia. La necesito más que nunca. Pero antes de que me digas nada, quisiera saber si te gustaría ir conmigo. Si vienes, sólo te pongo una condición: tendrás que conocer a mis padres; aunque considerando que ya llevamos dos años juntos y que llevamos viviendo juntos medio año, no me parece un sacrificio muy grande.-Dije temiendo que su respuesta fuese negativa.
-Me parece una gran idea. Por supuesto que iré contigo.-Dijo después de meditarlo durante un rato que para mí se hizo eterno, aunque en realidad sólo lo estuvo pensando unos cinco segundos.-Pero, ¿durante cuánto tiempo iremos? y, ¿dónde pasaremos la estancia en Madrid?-Dijo interesado en el tema de conversación.
-Bueno eso ya lo hablaremos esta noche que ahora tienes que ir a trabajar. Hoy entras a las 11:30, ¿no?-Dije satisfecha por la decisión que Nick había tomado y por su interés en irnos de viaje a Madrid.
-Yo creo que será mejor hablarlo en este momento, porque yo no vuelvo a trabajar hasta dentro de quince días. ¡Me he cogido unos días de vacaciones para estar contigo!-Dijo con un aire picarón.
-¿Qué?, ¿pero cómo no me has dicho nada?-Dije cada vez más contenta.
-Es que no quería fastidiar el momento. Además quería darte una sorpresa esta mañana.
-¡Ohhh, eso es tan bonito!,-dije con aire romántico-respecto a lo de cuánto tiempo iremos, estaba pensando en irnos este lunes y podríamos volver el sábado de la semana que viene, y respecto a lo de dónde pasaremos nuestra estancia en Madrid, podríamos ir a un hotel. ¿Tú qué opinas?
-Me parece bien. Pero tienes que hablar con tus padres y decirles que vamos los dos a pasar un tiempo en Madrid. Más que nada para que se vayan haciendo a la idea.-Dijo en un tono más serio.
-No te preocupes, ayer les mandé un correo diciendo que iba a ir este lunes, cuando terminemos de desayunar voy a mirar si ya me respondieron. Yo ya hice las maletas ayer por la noche, si quieres te ayudo a hacer las tuyas, pero antes tenemos que terminar de desayunar y tengo que tratar de hablar con mis padres, para así decirles que voy a llevar a un acompañante especial.-Dije sonriendo todo lo que pude, pues estaba en ese momento comiendo una tostada.
-Sí, aunque no sé si les gustará mucho ver a su niñita con un acompañante especial.-Dijo con una sonrisa picarona.
-Ya no soy su niñita, así que no te preocupes que no habrá problemas. Además, ya te conocen por foto. Voy a ver si me han contestado.-Dije mientras me iba alejando de la cocina y me dirigía a la habitación en la que Nick y yo dormíamos, charlábamos y compartíamos momentos especiales.

 -Tendrás que llamar a Bella para decirle que no estarás hasta el sábado de la semana que viene.-Oí la voz de Nick mientras me conectaba Internet y abría mi correo electrónico, pero no fui capaz de contestar porque las palabras no daban salido de mi boca. Era imposible hablar. Era imposible, porque me quedé de piedra al terminar de leer el correo.

martes, 8 de enero de 2013

Kiss you

Para las Directioners que están un poco despistadillas o que no lo han podido ver. Que lo disfrutéis ;)


CAPÍTULO 3, A LA MAÑANA SIGUIENTE...


         A la mañana siguiente me desperté a las 9:30. Estaba enrollada en las sábanas. Estaba desnuda. En ese mismo instante recordé que por la noche estuvimos  hablando durante un buen rato y que luego trasladamos nuestra charla de la cocina a nuestro dormitorio. También se me vino a la cabeza que nos pasamos la noche besándonos y acariciándonos. Teniendo una noche de pasión. Miré a mi izquierda y allí estaba él. Se había despertado y me estaba mirando. Se acercó a mí lentamente y, sonriendo en todo momento, comenzó a besarme una y otra vez. Volvimos a gozar de besos, caricias y un rato de pasión. Como la noche anterior.
         Como si de una adolescente me tratara, y como si fuera la primera vez que compartía un momento tan especial con él, me sentí avergonzada; por lo que me puse la ropa interior e, inmediatamente, me vestí con un albornoz.
         Fue en ese momento cuando me dirigí al baño para darme una ducha y recapacitar sobre lo que había pasado esa noche. Cuando terminé de asearme salí del cuarto de baño y me dirigí a la cocina. Nick ya había hecho café y estaba terminando de preparar nuestro desayuno.
-¿Qué tal dormiste anoche?-me preguntó con una sonrisa picarona en la cara.
-Bien, aunque la verdad es que no dormí mucho.- Le contesté con las mejillas teñidas de un color rosáceo debido a la timidez.
-Yo tampoco dormí mucho. Pero no me importó estar despierto casi toda la noche.- Dijo guiñándome un ojo.-Fue la mejor noche de toda mi vida.
-También dijiste eso la primera noche que dormimos juntos y cuando vinimos a vivir juntos.-Dije dedicándole una sonrisa.
-Eso es porque cada noche que paso contigo supera a la anterior en todos los sentidos.
          Dicho esto me besó. Fue sólo un pico, pero pude darme cuenta de que ese beso estaba lleno de amor y, lo más importante, de que era sincero. Posiblemente el beso más sincero que he recibido jamás.

POSDATA: Siento que el capítulo sea tan cortito, pero no os preocupéis que mañana habrá más y mejor ;)

lunes, 7 de enero de 2013

CAPÍTULO 2, TENEMOS QUE HABLAR…


         Eran las 23:45 cuando me despertó el ladrido de Berry seguido del ruido de unas llaves en la cerradura. Era Nick. Me pensé dos veces qué era lo que debía hacer. Al final opté por levantarme y charlar sobre la discusión que habíamos mantenido por la mañana. Cuando salí de la habitación vi que Nick había tomado la misma decisión que yo dado que se había preparado una taza de café y, con un gesto, me invitó a sentarme frente a él.
-¿Quieres café?-Me dijo en un tono tranquilo, como si la discusión que habíamos mantenido esta mañana jamás hubiese existido.
-Sí, gracias.-Le contesté en el mismo tono.
-Antes de que me digas nada, quiero decirte que eres la persona que más quiero en el mundo y que lo daría todo por ti, incluida mi vida. Sabes que no soy bueno expresando mis sentimientos y emociones, y que jamás compartiría mi vida con cualquiera y, sin embargo, la comparto contigo. Por eso te repito que yo no he hecho nada. Ella se me abalanzó y me besó, pero yo no quería que eso pasara, ahora todo empezaba a ir bien. Como en los viejos tiempos.
-Ya sé que todo empezaba a marchar bien. Pero… esto no es justo,-dije entre lágrimas-esto no es justo y lo sabes. No sé por qué ha tenido que llegar esa foto a mi correo. Preferiría no haberla visto nunca.
-¡Fue un simple beso!, y además, ¡me besó ella!, pero no te preocupes, es imposible que lo vuelva a intentar porque ya la he despedido. ¿Qué más quieres que haga?, ¿qué más quieres que te demuestre? Dímelo y lo haré. Lo haré porque te quiero. Y lo sabes.
-Lo único que quiero que me demuestres es que aún puedo confiar en ti. O que por lo menos vale la pena hacerlo.-Fui diciendo mientras me calmaba.
-Te lo demostraré. Porque me importas. Porque te quiero.-Mientras decía esto, se fue acercando poco a poco hacia mí. Con sus dedos me levantó la barbilla lo suficiente para que le mirase a los ojos, y, entonces, me besó. Fue un beso lleno de ternura, pasión y sobre todo amor.
-Yo…, lo siento…, debería haber confiado en ti desde el principio y haber dado más valor a tu palabra que a la maldita fotografía que me mandó esa envidiosa.-Dije en un tono inseguro.-Pero quiero que sepas que yo también te quiero con toda mi alma y que también daría mi vida por ti si hiciera falta.
         Entonces saqué agallas y le besé. Con amor. Con ternura. Con todo el cariño de mi corazón.








domingo, 6 de enero de 2013

CAPÍTULO 1, ODIO DISCUTIR CON ÉL…


Odio discutir con mis amigos. Sobre todo discutir con él. Él es más que un amigo. Odio cuando nos gritamos, cuando él me amenaza con irse y salir de mi vida para siempre, cuando me pongo a llorar como si volviese a ser una niña pequeña a la que le han quitado su juguete favorito. Pero lo que más odio es que nos hacemos daño, mucho daño. Como si nos clavásemos pequeñas cuchillas que con el tiempo hacen heridas, y éstas se van convirtiendo en brechas que terminan por rasgar nuestro corazón.
-¡Miriam, Miriam!, ¿te encuentras bien? Te noto distante.-era la voz de Bella, mi mejor amiga. Cuando la oigo despierto de una especie de trance.
-Sí, estoy bien… No, la verdad es que no.-De repente terminé por despertarme del todo del trance en el que estaba sumergida y me di cuenta de que estaba en la  cafetería del señor Tom. Entonces todas las emociones y sentimientos vividos apenas unas horas antes, se volvieron a agolpar en mi mente, como si estuviesen llamando al timbre de una puerta que jamás llegaría a abrirse.
-Entonces, ¿por qué me has llamado? ¡He tenido que salir del trabajo corriendo! Si no tenías prisa podrías haber esperado a esta tarde, ¿no te acuerdas que hemos quedado para tomar un café?, ya sabes que…
-Sí, que ahora tienes más trabajo que nunca porque empieza la época de bodas y aparte estás preparando la boda de tu hermana al detalle.- Dije imitando la voz de Bella, que se queda asombrada mirándome con cara de pocos amigos.- Lo siento, es que… bueno… te he llamado porque…-suspiré y sacando fuerzas de un rincón escondido de mi alma dije lo más rápido que pude.-He vuelto a discutir con Nick.
-¿Qué?, pero ahora las cosas empezaban a ir bien. Te dije que ese chico no era para ti, tendrías que haberte ligado al chico de la floristería.
-Ya sé que me lo dijiste, pero yo me enamoré de Nick, no del chico de la floristería. Pero esta vez ha sido diferente…, ya no es el mismo Nick del que me enamoré, y la verdad es que no sé qué hacer. En este momento me gustaría empezar de cero una nueva vida. Pero lo que más me apetece es ver a mi familia.-Y de repente los sentimientos y emociones que agolpaban mi mente fueron dejando espacio a nuevas ideas y esperanzas.- ¡Sí, eso es lo que voy a hacer!-Dije emocionada.
-A ver gran genio, ¿qué locura vas a hacer esta vez?-Preguntó intuyendo ya la respuesta.
-¡Me voy a Madrid!
-Pero ¿así?, ¿tan de repente?, ¿no tendrás que hablarlo con Nick primero?, ten en cuenta que son muchos kilómetros.
-Ya sé que son muchos kilómetros, puesto que mi familia vive en Madrid y yo vivo en Nueva York. Pero también sé que existen los aviones. Y respecto a Nick, si quiere venir no le voy a poner ninguna objeción y si no quiere venir… ¡pues él se lo pierde! Además sé que nunca iré sola porque en el caso de que decida quedarse aquí, se que cuento con mi mejor amiga para lo que sea, ¿verdad?-Le pregunté mirándola con una cara que daba a entender que sólo iba a aceptar un sí por respuesta.
-No sé Miriam…, es que así tan inesperadamente… ¡Además, está la boda de mi hermana!
-Bueno ya, pero la boda de tu hermana es este fin de semana, y siempre podríamos irnos el lunes, ¡venga anímate! Te necesito en este duro momento de mi vida.- Le dije en un tono de súplica.
-Está bien…, pero solo si me llevas a las mejores tiendas de Madrid.
-Eso dalo por hecho. Aunque no te hagas ilusiones que si Nick quiere venir no voy a ser yo quien le diga que no.
         Después de discutir en qué íbamos a gastar nuestro tiempo libre en Madrid, acompañé a Bella a su trabajo. Yo trabajaba en un periódico, por lo que después de dejar a Bella en su pequeño local dedicado a preparar toda clase de eventos especiales, me dirigí a mi trabajo para pedir unas semanas de vacaciones. No me sentía con fuerzas  para volver al piso donde Nick y yo habíamos mantenido, hacía unas seis horas, la peor pelea de nuestra historia juntos, por lo que me fui a comer a un restaurante cualquiera donde me pedí una ensalada cualquiera.
         Cuando llegué a casa Nick aún no había llegado, y mi perro, Berry, fue el único que salió a recibirme. Aunque faltaban unos días para marcharme a Madrid, decidí empezar a hacer las maletas, les mandé un correo a mis padres para avisarles de que iba y, aprovechando que estaba conectada a Internet, compré dos billetes de avión para España. Después de pensarlo dos veces decidí volver a abrir el correo y contemplar la foto una vez más.
         Después de volver de la calle con Berry, leí un poco y me acosté. Estuve dando vueltas en la cama cerca de una hora y media, y en ese tiempo estuve analizando la pelea que había mantenido con mi pareja esa misma mañana. Pero cuando logré dormirme me despertó el ladrido de Berry. Había alguien en la puerta.

Prólogo

Miriam vive en su piso de Nueva York con su novio Nick. Son una pareja normal y, como todas, pasan por buenos y malos momentos. Es en uno de esos malos momentos cuando pasa algo, algo que cambiará sus vidas de tal forma que tendrán que viajar hasta el país natal de Miriam: España. Allí descubrirán que sus vidas no son lo que parecen ser y que no pueden confiar en nadie, ni siquiera en aquellos a los que anteriormente les habrían confiado su propia vida.

Información y más...

Siento decepcionaros pero esto no es ningún capítulo, pero no os preocupéis que en cuestión de minutos subo el primero, pero antes de colgarlo me gustaría deciros unas cuantas cosillas a todos aquellos y aquellas que vayan a ser mis futuros/as lectores:

La primera cosilla que os quería comentar es que no os puedo prometer que vaya a subir un capítulo cada día, ya que entre los exámenes, tareas, trabajos, etc casi no me da tiempo a escribir. Pero lo que sí trataré de hacer es subir uno o dos a la semana.
Otra cosa de la cual quería hablaros es de que yo no me habría decidido a hacer este blog si no fuera por unas personitas a las que le quiero agradecer unas cuantas cosillas:
En primer lugar a mi familia, especialmente a mis primas Eva y Laura, que siempre están dispuestas a decirme cuáles son mis fallos para así lograr corregirlos. Gracias también por estar de pesadas por el whatsapp y el correo diciéndome que os deje leer el siguiente capítulo. Por eso y por mucho más GRACIAS. Os quiero un montón :).
En segundo lugar a mi Sarita. Mi niña. Una de las personas más fantásticas que conozco. Ella es mucho para mí, tanto que fue la primera en leer el primer capítulo y, aunque no le gusta leer, en cuanto tengo el siguiente capítulo escrito siempre está ahí diciéndome con cara de asesina: "Ya me lo estás pasando, ehh". Gracias de todo corazón porque eres casi una hermana para mí, porque es en gran parte gracias a ti por lo que sigo escribiendo esta novela, pero sobre todo, gracias por ser como eres, por ser mi amiga y por estar a mi lado cuando te necesito, ya sea en los buenos o malos momentos. Porque contigo las horas parecen segundos y, porque simplemente , contigo me siento entera, completa y, sobre todo y lo más importante, una de las personas más felices en el Planeta Tierra. Por eso y mucho más: GRACIAS.
Por último pero no menos importante quiero dedicar cada una de las palabras que aparecen en esta novela a KissTheGirl, porque sin ti nunca me hubiese decidido a hacer el blog. Pero no sólo por eso. Te he dicho muchas veces una de las palabras más bonitas que existen, no sólo en castellano sino en todas las lenguas: GRACIAS. Pero quiero que sepas que éste gracias es el más especial para mí. Gracias a ti tengo un motivo para sonreír todos los días de mi vida, gracias a ti tengo un sueño y gracias a ti  tengo una dirección. Para estos gracias hay una explicación muy sencilla: Tú has hecho que sea Directioner. Por eso y por mucho más quiero que sepas que te dedico especialmente esta novela.
Espero que os guste.

Hola a tod@s!

En este blog voy a subir todos los capítulos de una novela que estoy escribiendo y así todas las personas que quieran puedan disfrutarla tanto como yo lo hago escribiéndola. Aprovecho para felicitaros a todos este nuevo año y  deciros que espero que los Reyes Magos se hayan portado muy bien con todos vosotros. Muchas gracias a todos aquellos que vayáis a leer esta novela y, ¡espero que os guste! :)