Páginas

lunes, 11 de febrero de 2013

CAPÍTULO 17, PLAZA DE JACINTO BENAVENTE…


 Mientras bajábamos al garaje de la casa de Sara mi mente le daba vueltas a un pensamiento: lo único que quería era saber la verdad de lo que le había pasado a mi hermana. Por suerte tenía el presentimiento de que sabía qué era lo que debía hacer a continuación.
         Cuando nos metimos en el coche, me fijé en que tenía navegador y respiré tranquila porque así ya sabría cómo ir a la dirección que tenía apuntada. Me senté en el asiento del conductor aunque por las caras que ponía mi acompañante, intuí que esa no debía de ser una buena idea por lo que enseguida le cedí mi asiento y me limité a meter en el navegador la calle a la que quería que me llevase el coche a la vez que rezaba para que esa dirección fuese real.
         Aunque no tenía ganas de hablar le conté a Sara todo lo que me había pasado en Nueva York, si le hablé de todos mis problemas y preocupaciones fue por el simple hecho de que así sabía que no le daría vueltas a la situación que estaba viviendo y me distraería un rato de lo que pensaba que me podría deparar el futuro. Sara se limitaba a escucharme y la verdad es que eso me reconfortaba ya que en ese momento no me sentía con fuerzas para contestar a preguntas que me hiciesen sentir incómoda como por ejemplo si seguía queriendo a Nick como pareja o, simplemente, estaba a su lado porque esa era la manera de no sentirme sola, de compartir mi vida con alguien. Sabía perfectamente que Sara no me hacía esa pregunta no por no hacerme sentir incómoda sino más bien porque se temía mi respuesta y porque sabía que ese asunto lo debía de resolver yo sola, sin ayuda de nadie.
         Justo cuando ya  había terminado de contarle todos mis problemas a mi amiga y ya había conseguido olvidarme de a dónde íbamos y por qué, noté cómo se paraba el coche.
-Está bien, ya hemos llegado. Ahora ya me puedes contar qué hacemos aquí.-Dijo Sara con una mirada seria que yo casi no conocía.
-Vale, lo haré.-Dije mientras soltaba un gran suspiro.-Pero será cuando salga del lugar que se esconde detrás de esta dirección.-Dije a la vez que señalaba el nombre que aparecía en el navegador.
-Acabemos lo antes posible.-Dijo a la vez que  abría la puerta del coche y salía al exterior.
         Nos dirigimos hacia la dirección que encontré apuntada en la nota que estaba en la habitación de mi hermana, en el hospital. Tuvimos que andar durante un minuto que se me hizo eterno hasta llegar al lugar indicado.
-¿Me has preocupado tanto para venir a una librería?-Preguntó Sara algo enfadada.
-Yo.., es que era la librería favorita de mi hermana y había pensado comprarle un regalo para dárselo cuando despertase, si es que algún día se despierta.-Comenté tratando de disculparme. Le estaba mintiendo a Sara, sí. Nunca había estado en esa librería pero quería entrar y sabía que sólo me dejaría hacerlo si le ponía una disculpa lo suficientemente creíble.
-Ah, yo…, lo siento mucho…, no sabía que…
-No pasa nada, sé que no lo hacías con mala intención, ¿podemos entrar?
-Sí, por supuesto.
         Cuando entramos me fijé en cómo estaba decorado el pequeño local. Había cuadros por todas partes y estanterías llenas de libros que parecían tratarse de viejas obras de arte. Mientras lo observaba todo con gran interés para que no se me escapase ni el más mínimo detalle, a mi cabeza se me vino el pensamiento de que ese no era el tipo de local que solía frecuentar mi hermana y la idea de que ahora sí que me parecía que la nota que había encontrado no había sido más que una simple broma de mal gusto. Decidí dar una vuelta por la librería para comprar un libro y así hacer que mi pequeña mentira pareciese real. Conseguí deshacerme fácilmente de Sara diciéndole que me esperase fuera porque necesitaba estar sola un rato y, de esta manera, poder dirigirme al mostrador para tratar de conseguir averiguar algo, si es que había algo que averiguar.
-¿Desea que le ayude en algo?-Me dijo una amble señora.
-Pues, sí la verdad. Creo que mi hermana se vino el otro día a dormir a casa de una amiga y, de paso, encargó un libro que se tenía que leer para un trabajo o algo así, pero es un poco despistada y no está segura de si lo encargó en esta librería o en una que está más cerca de la casa de su amiga.-Dije mientras mi cabeza pensaba por qué me había inventado esa pequeña historia.
-Está bien, dígame el nombre de su hermana.-Dijo la amable señora mientras cogía una libretita en la que debía apuntar los libros que le encargaban sus clientes.
-Sí, por supuesto, se llama Bianca.
-Sí, aquí hay una tal Bianca. ¿Me podría decir el número de teléfono de su hermana para verificar que es la misma persona?
-Sí, por supuesto. Un momento.-Dije un poco nerviosa a la vez que cogía mi teléfono y le mostraba el número que aparecía en la pantalla.-¿Es su número de teléfono?
-Pues me temo que no.-Dijo la señora con un aire triste.
         Me disponía a dar la vuelta cuando se me ocurrió una idea un tanto descabellada pero que podía dar resultado, así que rápidamente me di cuenta de que no tenía nada que perder por intentarlo pero sí mucho que ganar, por lo que seguí con la mentira que me había inventado.
-¡Pero qué tonta soy! Disculpe que la vuelva a molestar pero es que mi hermana ha cambiado de teléfono y seguramente pensaba que le irían a cambiar su número de teléfono por lo que ha decidido darle el de su novio. ¿Me haría el favor de mirar si coincide con este número de teléfono?-Le pregunté a la vez que le volvía a enseñar la pantalla de mi móvil.
-Sí, es el mismo número.-Dijo la señora un poco aliviada.-Menuda preocupación me has quitado de encima, niña. Pensé que tu hermana no se iba a dignar a aparecer y eso que ayer me llamó su novio diciéndome que vendría a recoger el encargo en cualquier momento, bueno la verdad es que porque me has dicho tú que era su novio que si no…,¡pensaba que era una broma o algo parecido!-Le debía de estar mirando con una cara un poco rara porque enseguida soltó una disculpa.-Quiero decir, entiéndeme. Que te venga una chica hace dos semanas a encargar un libro y que no aparezca y luego que me llame un chico con el número que me había dado ella como suyo y que me diga que dentro de poco iría alguien a recoger un libro, no me dirás que no suena un poco a película.
-Sí, la verdad es que yo tampoco me lo termino muy bien de creer. Pero mi hermana es bastante despistada y lo está pasando muy mal. Problemas graves de salud.-Dije a la vez que una lágrima resbalaba por mi mejilla debido a lo duro que resultaba para mí decir esas palabras.
-Yo…, lo siento mucho. No quería que te pusieras así, si llego a saber que a tu hermana le había pasado algo no hubiese dicho nada. Lo siento muchísimo.
-No, no se preocupe si no es su culpa. Usted no sabía nada de lo que le había pasado a mi hermana su novio tampoco la avisó de que Bianca estaba enferma y no podría venir a recoger el pedido, pero no se preocupe que cuando esté con él ya le diré un par de cosillas. –Le dije con la mayor sonrisa que podía mostrar en un momento tan doloroso para mí.-Bueno, ¿me podría dar el pedido?- Le pregunté a la vez que me secaba las últimas lagrimillas.
-Sí, cómo no. Acompáñame. Como pensé que nadie vendría a recoger el libro lo dejé en una estantería para que así el primero que lo viera lo comprara y la verdad es que ayer vino un chico guapísimo que estuvo a punto de llevárselo pero me dijo que vendría hoy por la noche. ¡Qué pena, con lo majo que parecía!
-¿A sí?-Pregunté tratando de que la señora me contase algo más sobre el misterioso interesado en la novela.
-Sí, era muy guapo. Si tuviera tu edad, ¡quién sabe, a lo mejor me hubiese ido a tomar algo con él! Era tan rubio y tenía unos ojos azules tan bonitos.-La señora vio que por mis labios se asomaba una sonrisa un tanto picarona y con la intención de animarme continuó hablando.-Deberías quedarte por aquí para ver si aparece, seguro que le gustas mucho. Tienes una sonrisa preciosa.
-Pues me encantaría pero mi amiga me está esperando fuera, así que tengo un poco de prisa.
-Aquí está.-Dijo parándose en frente de una estantería.
-Deje, ya lo cojo yo. Por cierto, ¿me podría traer el libro que tiene en el escaparate a la derecha de todo? Me gustaría echarle una ojeada.
-Sí, por supuesto. Ahora vuelvo.
         Cuando vi cómo la señora desaparecía entre los estantes de libros para dirigirse al escaparate, abrí rápidamente el libro que tenía en las manos hasta que encontré lo que estaba buscando, inmediatamente después oí cómo la señora se acercaba, así que guardé el objeto que había encontrado pegado por la parte de dentro a la contraportada del libro en mi bolso y me dispuse a fingir que estaba inmersa en las palabras que componían el prólogo.
-¿Es éste al que te referías?-Me preguntó la librera.
-Sí, oh…,  pero qué despistada soy. Al ver la portada pensé que era un libro que quería mi padre, pero me he confundido.-Más mentiras, ¿es que hoy no podía parar de recurrir a ellas para salir de todos los apuros?-¿Me podría cobrar? Como le dije antes, tengo un poco de prisa.
         Salí de la librería después de haberme despedido de la señora que tan amablemente me había tendido y me dirigí hacia donde estaba Sara.
-Menos mal, pensé que no ibas a salir nunca.-Dijo a modo de saludo.
-Ya, yo también pensé que hasta mañana no conseguiría librarme de ella. Es que me dijo que le recuerdo mucho a Bianca y que hacía unas semanas que no sabían nada de ella y ya se estaban desesperando, opté por contarle tan solo una parte de la verdad, le dije que tenía problemas de salud graves. No quería que esa pobre señora se sintiese mal.-Bueno, esta vez no había dicho ninguna mentira, sólo había disfrazado un poco la verdad.
-Ya, pobrecita. Bueno, ¿nos vamos?
-Sí, por favor. Necesito un buen baño caliente para despejarme un rato después de haber vivido este día tan intenso.
         Llegué al hotel cuando estaba anocheciendo, las luces estaban apagadas, no había ni rastro de Nick por ninguna parte. Rápidamente cogí lo que me había encontrado en el libro que había encargado mi hermana: unas llaves. Bueno no unas cualquiera sino las que abrían el pequeño baúl que me había entregado Sara esa misma mañana. Cogí la caja y con un hábil movimiento de muñeca conseguí abrir la cerradura, al principio no reaccioné, pero a los pocos segundos me di cuenta de qué significado tenía lo que había en el interior del baúl. Por desgracia no me pude detener más de unos cinco segundos a ojear lo que había encontrado porque oí como unos pasos se dirigían hacia mi habitación. Cerré la caja y la escondí en mi joyero, sabía que Nick no lo abriría porque para eso necesitaba saber la combinación con la que se abría el candado y, cogiendo mi bata y mi pijama me dirigí al baño. No tenía ni tiempo ni ganas de hablar con él, necesitaba estar sola.

Al mismo tiempo en la librería en la que había estado Miriam hacía unas horas…
         Un joven entró en el local, sabía que faltaban apenas unos minutos para cerrar pero eso era lo que pretendía.
-Buenas noches.-Saludó amablemente a la dependienta, una señora que debía pasar de los sesenta años.-Venía a por el libro que vi ayer por la tarde.-Dijo enseñando con una sonrisa su magnífica dentadura.
-Lo siento mucho, pero ha venido hoy la hermana de la chica que lo había encargado y se lo ha llevado.-Dijo la señora un poco triste.
-No se preocupe. Bueno, que pase una buena noche.-Fingiendo estar afectado por no poder llevarse el libro se fue de la tienda sin mirar atrás, pero al dar unos cinco pasos se dibujó en su cara una amplia sonrisa mostrando su felicidad por las palabras que acababa de oír, aunque al llegar a casa tuviese que preparar la maleta para el viaje que sabía con toda seguridad tendría que hacer. Pero valía la pena, porque volvería a ver la sonrisa que consiguió enamorarle tan sólo unos años atrás.

POSDATA: Espero que os haya gustado mucho este capítulo, prometo que en el siguiente pasarán muchas cosas ;). Comentad!!!!! Un besazo a tod@s!!!!!

4 comentarios:

  1. BEATRIZ FERNANDEZ, NO ME VUELVAS A DEJAR ASI!!!! no me diras que el chico es el ex ese por el que se habian peleado?? no me digas que la quiere?? que pasa entre Nick y Miriam? ya no se quieren o que?? pero eso no puede ser... con lo monos que son... (aunque hay que reconocer que me imagino mas wapo al ex que a Nick) bueno, tu ya sabes, cuelga pronto o... jejejeje bueno, preciosa, te quiero un montón, cuelga pronto y te querre aun mas XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaaja!!!!!De verdad que siento muchísimo haberos dejado así pero es que si no no me daba tiempo a colgar capítulo jeje. Creo que me haces muuuchas preguntas jeje y solo tengo una respuesta que servirá para todas: se verá en el siguiente capítulo jaja. La verdad es que ya tengo pensado lo que pasará con Nick y con Miriam y con el ex y todo eso jeje pero no te voy a decir nada que si no luego ya no os leeis la nove jaja. pues siento decepcionarte pero creo que el siguiente capñitulo tendrá que esperar un poco poruqe tengo exámenes y muchos trabajos :(, pero bueno lo que sí es que va a ser muuuy interasnte ;)

      Eliminar
  2. Madre mia!!!
    Como se te pueden ocurrir estas ideas!!!
    Esta genial Bea!!! Pero ese chico rubio que parece tan guapo quien es?????
    Me tienes intrigada!!!!!
    Cuelga pronto y respondenos a estos comentarios que te ponemos!!!!!
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues nada que mi cabecita trabaja mucho en sus ratos libres y, ya ves, me salen estas ideas tan locas y divertidas. Muchas gracias por decir que está genial, aunque yo no cre que sea para tanto... Vamos que al lado de la novela de KissTheGirl, la de My Dream Are You no tiene nada que hacer, pero yo lo sigo intentando ;). Pues supongo que habrás sacado unas cuantas conclusiones respecto a lo del chico rubio, pero no os preocupeis que en unos capítulos se averiguarán muchas cosas :). Respecto a lo de colgar pronto, no creo que pueda subir nuevo capítulo hasta el fin de semana que viene pero haré algunas entradas no os preocupeis :) Bueno comentario contestado aunque ya sabes que yo contesto a toditos :) Besos y espero que no te decepcione la nove!!!

      Eliminar